Tres modelos, posando en los años 60.

Tres modelos, posando en los años 60. Getty Images

Moda

De Lady Di a Sarah Jessica Parker: ¿de dónde viene el tartán y por qué nunca pasó de moda?

Atemporal y vistoso, lleva décadas imponiéndose en las pasarelas y las calles. Repasamos su origen y evolución.

27 febrero, 2024 01:43

"Tela de lana con cuadros o listas cruzadas de diferentes colorescaracterística de Escocia". Así define la RAE, de forma breve y concisa, una de las tendencias más atemporales y exitosas de la historia de la moda: el tartán.

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Al igual que el estampado de lunares o la americana con hombreras, es una de las pocas que ha conseguido poner de acuerdo a iconos como Lady Di o Sarah Jessica Parker además de superar las barreras del tiempo. Recordamos de dónde viene y por qué sigue triunfando.

El origen

"Existen muchas dudas acerca del origen del tartán, así como del propio término. Tampoco queda claro cuándo este paño tan característico se empleó para el kilt, aunque se sabe por fuentes primarias que la falda escocesa era considerada una novedad en el siglo XVIII", nos explica Ana Llorente, Docente del Área de Moda de la Universidad de la Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología (UDIT).

"En cualquier caso, aunque contamos con fuentes que indican cómo en la Antigüedad Romana los tejedores celtas eran admirados, no es hasta el siglo XVII cuando surgen las primeras informaciones acerca del paño de lana producido en las Tierras Altas de Escocia y su patrón a cuadros llamado tartán. Muy posiblemente, los diferentes diseños se desarrollaron gracias a la mera disponibilidad de tintes en lugares concretos para, más adelante, posiblemente en el siglo XIX, cuando comenzaron a registrarse todos los tartanes, asociarse a determinados apellidos, constando la existencia del llamado 'tartán de clanes'".

"Además de los valores familiares, la tradición y linaje que trasciende del llamado 'tartán de clanes', todo el mundo sabe que este paño es símbolo, ante todo, de la identidad gaélica. Se encuentra asociado a una historia que nos conduce por ideas como la rebelión, la lucha por la independencia, la libertad y la reivindicación de la identidad cultural", añade la docente.

"Su popularidad empezó a nacer con las consecuencias del Acta de 1707 que uniría Escocia e Inglaterra. Fue a partir de entonces cuando se convierte en el uniforme de los rebeldes jacobitas escoceses que apoyaban la vuelta de los Estuardo al trono de Escocia y un estado independiente, como lo había sido hasta entonces".

Subraya: "A mediados del XVIII, se prohibió el tartán - estrategia para suprimir la cultura de las Tierras Altas -, a pesar de lo cual, fue llevado por los hombres de clases altas y un ejército que, históricamente, ha quedado eximido de las leyes suntuarias. Sofocado el levantamiento jacobita, a finales del XVIII y a lo largo del XIX, el tartán comenzó a extender su popularidad más allá de las fronteras escocesas".

Su evolución

El tartán fue asociándose, con el paso del tiempo, con la monarquía. "Curiosamente, el tartán también ha quedado ligado a la monarquía británica que, desde la visita del rey Jorge IV a Escocia en 1822, impulsó la producción de este paño y popularizó el vestido de las Tierras Altas al tiempo que el romanticismo decimonónico empezaría a interesarse por esta imagen", explica la experta.

"Ahora bien, es más adelante, cuando la reina Victoria y el príncipe Alberto pusieron el tartán a la vanguardia de la moda. A mediados del siglo XIX, crearon su propio diseño, 'el tartán Balmoral', en homenaje al nombre de la residencia real de verano del Castillo que habían comprado en 1852. Aquel tartán, junto con otros exclusivos de la Familia Real, han seguido siendo usados por los sucesivos monarcas británicos", añade.

La reina Isabel II, vestida con una falda de tartán y una chaqueta de tweed, posa delante del Castillo de Balmoral, con sus invitados reales, el rey Faisal II y el regente de Irak, y el duque de Edimburgo, el príncipe Carlos y la princesa Ana, en 1952.

La reina Isabel II, vestida con una falda de tartán y una chaqueta de tweed, posa delante del Castillo de Balmoral, con sus invitados reales, el rey Faisal II y el regente de Irak, y el duque de Edimburgo, el príncipe Carlos y la princesa Ana, en 1952. Gtres

"De la Reina Isabel II a Catalina, actual princesa de Gales, pasando por Lady Di, todas ellas han llevado en numerosas ocasiones distintos estampados tartán en faldas, americanas, trajes o vestidos", nos recuerdan los expertos de la firma Simorra.

En agosto de 1987, Lady Di sorprendió en los los Highland Games con un vestido de tartán azul y verde. La diseñadora inglesa Caroline Charles diseñó, asimismo, algunos de sus vestidos de cuadros más admirados. Símbolo de elegancia y sofisticación, su salto a otras esferas demuestra su versatilidad.

El tartán y el punk

Efectivamente, el tartán, a mediados del siglo pasado, adquirió un nuevo poder. "Este estampado no solo ha sido un símbolo de la realeza sino que también se convirtió en el de los jóvenes descontentos con la monarquía británica a finales de los 70 y hasta principios de los 2000, pasando a ser un emblema del punk", tal y como afirman desde Simorra.

"Desde mi punto de vista, tiene mucho que ver la asociación que se ha comentado del paño de tartán con la rebelión y la defensa de la libertada y la identidad cultural gaélica, ya al margen del contexto histórico del convulso siglo XVIII de donde surge este puente. Hay que considerar que el punk respondía en origen a la insatisfacción de una generación que ve reducidas sus expectativas en la década de los setenta, y se levanta contra las normas de un sistema que limita su identidad, su expresión personal", explica la docente.

La diseñadora Vivienne Westwood, con amigas, en 1977.

La diseñadora Vivienne Westwood, con amigas, en 1977. Getty Images

"No podemos olvidar que, con Anarchy in the UK y God save the Queen, el punk fue establecido por los Sex Pistols como un estilo casi nacional ligado a la agitación social y política en el Reino Unido, la discordia y la necesidad de emancipación frente a lo hegemónico normativo. De hecho, en ambos casos se detecta un proceso paralelo, como es la apropiación por parte del sistema (la monarquía británica en el caso del tartán, y el consumismo en el caso del punk), que hace mermar su poder subversivo", concluye la experta.

Iconos y pasarelas

Su popularidad también se debió a su repetida aparición en looks de famosas como Twiggy, icono de moda de los años 60 que popularizó la minifalda, Katharine Hepburn, actriz mítica o la ya mencionada Lady Di.

Katharine Hepburn, Twiggy y Lady Di.

Katharine Hepburn, Twiggy y Lady Di. Getty Images

El tartán dio asimismo el salto a las pasarelas: "Diseñadores de la talla de Coco Chanel o Christian Dior en los años 50 incorporaron este estampado en sus colecciones incrementando así su éxito. De hecho, no solo lo hemos visto en la pasarela y en el street style, también sobre la alfombra roja como la aparición de la actriz Sarah Jessica Parker de la mano del diseñador Alexander McQueen en la gala del MET en 2006", añaden desde Simorra.

Desfiles otoño-invierno 2023-2024 de Dior y Stella McCartney.

Desfiles otoño-invierno 2023-2024 de Dior y Stella McCartney.

El pasado 2023, destacó en las pasarelas de Stella Mccartney o Dior en abrigos, conjuntos de dos piezas, faldas midi y chaquetas de estilo bomber. Estrellas como Gigi Hadid o Dua Lipa también le dieron un merecido protagonismo. Y este 2024, lo volvimos a ver en el desfile de Moschino. El tartán se sigue coronando como un estampado de éxito.